Ningún ser humano tiene mayores oportunidades ni contrae tantas responsa- bilidades y obligaciones como el médico. Necesita grandes dosis de capacidad técnica, conocimientos científicos y comprensión de los aspectos humanos… Se da por sentado que posee tacto, empatia y comprensión, ya que el paciente es algo más que un cúmulo de síntomas, signos, trastornos funcionales, daño de órganos y perturbación de emociones. El enfermo es un ser humano que tiene temores, alberga esperanzas y por ello busca alivio, ayuda y consuelo.
Harrisons Principles of Internal Medicine, 1950